Looking for a yellow
El color en mi caso siempre ha ido asociado a la intención de provocar una emoción. La idea de destello y de descubrimiento está íntimamente asociada al color, es un mensajero… El color es un lenguaje y su gramática me permite expresar emociones e ideas. Actualmente la búsqueda de un color determinado se ha convertido en el sentido de la obra. La paleta acumula incesantemente mezclas y búsquedas, pero también almacena todo el tiempo que una pintura necesita para ser desvelada.
Sabemos que todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. En la paleta podemos adivinar las huellas de ese proceso. En este sentido las nuevas pinturas son contenedores de experiencias y búsquedas de pequeñas revelaciones por medio de las mezclas, de las que de algún modo sales colmado.
La pintura es el proceso.
El amarillo, siempre he tenido una predilección por el amarillo, su vibración podría definir mi estado de ánimo habitual que conduce a la alegría.
El amarillo se vincula con la claridad y la curiosidad, también representa la humildad en la religión budista, cualidades que aprecio en las personas.
El amarillo me provoca ir más allá de los límites, como dice el poeta Jonas Mekas “dejadme soñar utopías”.